¿Conoces a tu bebé?
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¿Sabías que el origen de nuestro comportamiento tiene su origen en la infancia? Es más, con nuestros padres experimentamos la primera relación de nuestra vida, de modo que, según la naturaleza de esta y el cariño que recibamos puede que seamos un tipo de adulto u otro.
Desarrollaremos un tipo de inteligencia u otra en función de la relación que percibamos de nuestro padres, ya que los primeros años del bebé son cruciales, siendo cuando se forma su visión del mundo y las sinergias que se producen con los demás. De este modo, según nos explica Victoria Cadarso, licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, estos son los tipos de inteligencia que derivan de un tipo de infancia u otra:
-Instintiva
-Emocional
-Mental
Todos nacemos con los tres tipos de inteligencia, siendo óptimo que las potenciemos todas por igual. Lamentablemente, hay circunstancias que fomentan que reprimamos una para darle prioridad a la otra, como, por ejemplo, cuando nos enfadamos o estamos tristes, que potenciamos más la inteligencia emocional y dejamos un poco de lado la instintiva o mental.
Para alcanzar el correcto desarrollo de nuestro bebé y que su infancia sea lo más estable y feliz posible, debemos de hacerle sentir seguro de sí mismo, evitando ser demasiados duros con él, aportándole todo nuestro cariño y apoyo, para que se sienta lo más arropado posible y, premiando la comunicación, es decir, la libre expresión de su ser, sin que sienta que debe reprimir algún tipo de comportamiento, porque, de hacerlo, esta situación se prolongará en un futuro.
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